El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) promueve la vigilancia prenatal temprana dentro de las primeras 13 semanas y seis días de gestación para identificar de manera oportuna factores y complicaciones que pongan en riesgo la salud de la madre y el futuro bebé.
Al respecto, la Coordinadora de Programas Médicos, doctora Rosa María Santiago Cruz, destacó que la vigilancia prenatal debe comenzar tan pronto como se sospeche del embarazo para dar un buen seguimiento a la evolución de la gestación y se lleve a cabo el parto en las mejores condiciones posibles, informar durante este acompañamiento los síntomas de la urgencia obstétrica y elaborar un plan individualizado.
Refirió que el IMSS cuenta con la infraestructura y personal capacitado para identificar de manera temprana y otorgar un tratamiento oportuno a enfermedades como: diabetes mellitus, diabetes gestacional, hipertensión arterial, anemia, depresión, ansiedad, infecciones en vías urinarias, VIH/Sífilis, entre otras.
La Médica Familiar del IMSS explicó que el embarazo dura aproximadamente 40 semanas contando desde el primer día del último periodo menstrual y se agrupa en tres trimestres: el primero va de la semana uno a la 13, el segundo de la 14 a la 26 y el tercero de la 27 a la 40; durante estos meses las mujeres llevarán una estrecha vigilancia, solicitándose diversas pruebas para valorar su estado de salud.
“En cada consulta se medirá el peso corporal, la presión arterial y se valorará el riesgo obstétrico, además las mujeres recibirán suplementos de hierro y ácido fólico, desde que se confirma el embarazo hasta su término, con el propósito de prevenir o corregir la anemia, complicación asociada con bajo peso al nacer”, apuntó.
Detalló que en la primera consulta prenatal se realiza un interrogatorio, se procede a analizar el estado general de salud; también se completará el esquema de vacunación y en caso de ser necesario se realizarán estudios de Papanicolaou, detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH)/Sífilis mediante la Prueba Rápida Voluntaria (PRV) dual.
En la segunda consulta se valoran los exámenes de laboratorio y las pacientes sin complicaciones o de bajo riesgo son derivadas con la Enfermera Materno Infantil (EMI) o Enfermera Especialista en Medicina de Familia (EEMF) para continuar la vigilancia prenatal.
Posteriormente, se inicia la comunicación educativa personalizada o grupal, donde se les explican los cambios fisiológicos durante las etapas de la gestación, así como la identificación de signos y síntomas de alarma de las principales complicaciones que pueden aparecer durante su evolución.
La doctora Santiago Cruz agregó que durante el segundo trimestre del embarazo, en cada consulta se realizará la medición de la altura del fondo uterino, se explorará la frecuencia cardiaca fetal, se analizará el esquema de vacunación y, en caso de ser necesario, se completará; también se ofrecerá la prueba de detección de VIH/Sífilis a las mujeres que no se la realizaron previamente.
Será en este periodo cuando se envíe a la mujer a la revisión y limpieza bucal con el estomatólogo, además de la aplicación de flúor, según el esquema para embarazadas. También se enviará a Trabajo Social, Nutrición y Dietética, así como a otros servicios para la atención integral.
En el tercer trimestre de la gestación se orientará a la mujer sobre lactancia materna, anticoncepción en el post evento obstétrico mediante consejería en planificación familiar, ventajas del parto vaginal e información sobre el tamiz neonatal.
“Durante la semana 34 de embarazo se expedirá incapacidad por maternidad por 84 días a las aseguradas o trabajadoras. En la semana 36 el médico familiar deberá elaborar y entregar a la paciente la hoja de referencia al Segundo Nivel para su atención obstétrica”, comentó.
La especialista del IMSS dijo que como parte de esta vigilancia prenatal la mujer deberá acudir como mínimo seis consultas durante todo el periodo de gestación.
Salud, Embarazo, Salud, Mujeres, IMSS,