La comunidad y activistas en Estados Unidos están conmocionados por las impactantes imágenes difundidas por la policía del estado de Illinois (norte), que muestran cómo agentes mataron a tiros a Sonya Massey, una mujer negra desarmada, en su propia casa después de que ella llamara pidiendo ayuda por un posible intruso.
Sonya Massey, de 36 años, contactó a la policía para informar sobre la presencia de un intruso en su residencia. Los agentes respondieron al llamado pasada la medianoche del 6 de julio, según informó la oficina del sheriff del condado de Sangamon.
El presidente estadounidense Joe Biden lamentó profundamente el incidente, declarando que Massey "debería estar viva hoy" si no fuera por el trágico tiroteo policial.
El oficial Sean Grayson, quien es blanco, ha sido acusado de asesinato en conexión con el incidente.
Las imágenes de las cámaras corporales, divulgadas el lunes, muestran a Massey interactuando con dos agentes dentro de su casa mientras buscan su identificación entre unos papeles. Durante la interacción, los agentes le advierten sobre una olla de agua hirviendo, expresando preocupación por un posible incendio.
En un momento tenso, mientras Massey sostiene la olla, uno de los agentes hace un comentario agresivo que provoca una reacción de la mujer. La situación se intensifica rápidamente, con uno de los agentes amenazando con disparar a Massey, quien se disculpa y se agacha. Trágicamente, los agentes disparan contra ella poco después.
El presidente Biden enfatizó la importancia de que todos los estadounidenses puedan pedir ayuda sin temer por sus vidas, independientemente de su raza o ubicación.
Ben Crump, abogado de derechos civiles que representa a la familia de Massey, calificó el video como uno de los peores tiroteos policiales jamás vistos. Los incidentes de tiroteos y brutalidad policial continúan provocando indignación y desencadenando protestas en todo Estados Unidos, un país marcado por una larga historia de discriminación racial.
El caso de Sonya Massey subraya una vez más las tensiones persistentes y la necesidad urgente de reformas en las prácticas policiales para evitar tragedias similares en el futuro.
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