Con el objetivo de detener el ingreso ilegal de fentanilo al país y el consumo entre la juventud, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que México seguirá promoviendo la colaboración entre países y medidas de prevención de daños por esta sustancia.
“Vamos a seguir nosotros ayudando porque es un asunto de humanismo y es una pandemia que afecta mucho a los habitantes de Estados Unidos y, en particular, a los jóvenes. Vamos a seguir apoyando, pero queremos que se aclaren las cosas porque no es nada más, culpar por culpar y que, de manera injusta, nos culpen a nosotros de problemas que en buena medida tienen que ver con su crisis de bienestar, con pérdida de valores y el abandono de los jóvenes”, expresó.
“Ayuda mucho ventilar esto, el que haya debate sobre estos temas, para que no haya doble discurso, que no haya hipocresías sino que se atienda el problema como es y que se mantenga la cooperación entre gobiernos en beneficio de nuestros pueblos, pero no el sometimiento, no la subordinación, porque México es un país independiente, libre, soberano”, enfatizó.
En conferencia de prensa matutina, el mandatario dio a conocer la carta que envió al presidente de la República Popular China, Xi Jinping, y en la cual planteó la búsqueda del entendimiento para controlar los envíos de este narcótico.
“Por ejemplo, sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia”, se lee en la misiva presentada ante representantes de medios de comunicación.
Al mismo tiempo refrendó la colaboración con el gobierno estadounidense, país que registra una pandemia histórica por consumo de fentanilo.
Ante los señalamientos de una fracción del Partido Republicano, el jefe del Ejecutivo reiteró que México no produce la sustancia y no es el causante de este problema de salud pública en Estados Unidos.
De acuerdo con una encuesta de Fundación Cato, el 86 por ciento de los presos por este delito en aquel país son ciudadanos estadounidenses, no migrantes.
“Cuando el migrante va a trabajar, a buscarse la vida, va por necesidad, no a llevar droga, pero mucha gente en Estados piensa eso porque ha habido mucha manipulación de autoridades y de los medios de información”, acotó.
Recordó que, a diferencia de Estados Unidos, el Gobierno de México promueve valores culturales, morales y espirituales, así como el fortalecimiento de los lazos familiares a fin de alejar de las adicciones a miles de jóvenes.
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