Según un estudio publicado por la revista Nature Geoscience, se han observado variaciones en la rotación del núcleo interno de la Tierra desde 1956 hasta 2021, pero esto no es motivo para alarmarse, informó la doctora Xóchitl Guadalupe Torres Carrillo, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio (FACITE) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
La profesora indicó que hay que entender a la Tierra como una esfera, o cuasi esfera estratificada, con diferentes capas de diversas composiciones y propiedades físicas; el núcleo interno, sólido; núcleo externo, líquido; manto, sólido; y la litósfera, también sólida.
Explicó que el núcleo interno, por ser un sólido dentro del núcleo externo, que es líquido, puede tener sus propias variaciones en velocidad, conocido como rotación diferencial, es por esto que científicos han observado comportamientos oscilatorios en la velocidad, lo que significa que no se detuvo, sino que disminuyó su velocidad.
“Estas variaciones pueden tener períodos, o comportamiento oscilatorio, que significa que algunos momentos va a tener una aceleración mucho más grande, y otros momentos más pequeña, y esta no corresponde al movimiento del manto o la litósfera (…) se cree que este movimiento oscilatorio tiene un periodo de 70 años más o menos”, dijo.
De igual manera, expresó que en realidad son pequeños los cambios que ocasiona esta disminución en la velocidad, observables con estudios indirectos poco tangibles con los cuales se cree que puede variar entre 0.1 segundos la duración del día, e igual podría afectar el campo magnético terrestre, pero es necesario mayor tiempo de observación para su estudio.
“Sin embargo, son variaciones muy pequeñas, puede tener repercusión en la rotación del planeta en general, y esto como sabemos, repercute en la duración del día terrestre, pero es mínimo (…) hacen falta mucha más observación para poder hablar sobre una repercusión tangible, porque esta desaceleración se ha observado y no hemos visto ninguna repercusión importante en el planeta”, detalló.
La geóloga destacó que el conocimiento de una Tierra dinámica es importante para todos, saber que el planeta no es estático, sino que hay movimientos perceptibles e imperceptibles, y que las escalas del tiempo que se necesitan para estudiar estos movimientos son muy amplias para lograr comprender el planeta.
“Por lo tanto, no nos alarmemos con conocer o saber que existen variaciones el movimiento, ya sea del núcleo, del manto o de la litósfera, y entendamos que esta es parte de la naturaleza y nos puede servir para no caer en noticias alarmistas”, concluyó.
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